Una preparación típica de la cocina griega, en la que partimos de unos filetes de cordero, que tendremos marinando la noche anterior, para luego cocerlos en el horno junto con el resto de ingredientes, a fuego medio, y cubierto con una masa que haremos con la harina, creando una corteza, de esta manera la carne quedará bien impregnada de sabores y aromas.
Ingredientes
4 filetes de pierna de cordero.
1 limón (su zumo).
1 cucharada de orégano fresco picado.
2 cucharadas de aceite de oliva.
2 cebollas grandes.
2 hojas de laurel.
1 vaso de vino blanco seco.
sal.
pimienta negra molida.
250 gr. de harina.
Elaboración
Mezclaremos la noche anterior, el zumo de limón con el orégano, la sal y la pimienta negra, pintando los filetes de pierna de cordero, por ambos lados; los dejaremos marinar toda la noche.
Precalentaremos el horno a 160º C.
Escurriremos los filetes, reservando la marinada, secándolos con papel absorbente.
Calentaremos una sartén con aceite de oliva y freiremos los filetes de pierna de cordero, a fuego fuerte, por ambos lados hasta que estén dorados.
Los pondremos en una fuente de barro poco honda.
Distribuiremos por encima la cebolla cortada en juliana y el laurel, regándolo todo con el vino blanco y la marinada.
Mezclaremos la harina con agua para formar una masa.
Humedeceremos los bordes de la fuente con agua.
Estiraremos la masa sobre una superficie enharinada y con ella cubriremos toda la superficie de la fuente.
La introduciremos en el horno, dejándola cocer durante 120 minutos.
Terminada la cocción, romperemos la corteza de harina y serviremos el cordero caliente.