Extraordinaria combinación, la de la langosta con el pollo. Si además empleamos un pollo de corral, mucho mejor. Encontraremos una mezcla de sabores y texturas sensacionales. Un plato de mar y montaña muy suculento.
Ingredientes
1 pollo de unos 1,8 kg. cortado en octavos.
1 langosta de aproximadamente 1 kg.
2 puerros.
2 zanahorias.
2 cebollas medianas.
1 tronco de apio.
400 gr. de tomates maduros.
1 copa de coñac.
2 cucharadas de harina.
1 cucharada de pimentón dulce.
sal.
pimienta negra molida.
aceite de oliva.
Para la picada:
50 gr. de almendras tostadas.
el hígado del pollo frito.
3 dientes de ajo.
perejil.
sal.
Elaboración
Limpiaremos bien el pollo troceado en octavos, lo salpimentaremos y lo doraremos en una cazuela con aceite, reservándolo aparte.
Cortaremos a trocitos los puerros, las zanahorias, las cebollas, el apio y los rehogaremos en la cazuela anterior, con el aceite sobrante.
Cuando estén dorados (unos 10 a 15 minutos), agregaremos los tomates rallados, cociéndolo, a fuego lento, hasta obtener una confitura ( de 5 a 10 minutos más).
Cortaremos la langosta, reservando el agua que haya soltado, añadiéndola al guiso, la freiremos en el sofrito anterior.
Verteremos el coñac y lo flambearemos.
Incorporaremos la harina y el pimentón, dándole unas vueltas.
Verteremos el agua mineral necesaria para la cocción incorporando el pollo, dejándolo cocer, a fuego lento, unos 20 minutos más.
Poco antes de finalizar la cocción (unos 5 minutos), haremos la picada con las almendras tostadas, el hígado del pollo frito y los dientes de ajo, y la añadiremos al guiso. Rectificar de sal.
Presentar en la misma cazuela.