Una forma de apreciar el grato sabor de la lubina, cociéndola tan solo cubierta con la sal. Luego si nos apetece, podemos acompañarla con cualquier salsa, por ejemplo, nosotros emplearemos la salsa holandesa.
Ingredientes
2 lubinas de aproximadamente 800 gr. cada una.
2 kg. de sal gorda.
1 kilo de sal fina.
1/2 vaso de agua mineral.
Para la salsa holandesa:
3 yemas de huevo.
3 cucharadas de vinagre de vino al estragón.
2 cucharadas de agua mineral fría.
200 gr. de mantequilla.
sal.
pimienta blanca molida.
Para acompañar:
patatas cocidas al vapor.
Elaboración
Limpiaremos bien las lubinas y las secaremos con un paño o papel de cocina.
Mezclaremos la sal fina con la sal gorda, la humedeceremos con agua y la pondremos en el fondo de una fuente de horno.
Colocaremos las lubinas juntas, de manera que coincidan la cabeza de una con la cola de la otra, cubriéndolas con el resto de la sal.
Las introduciremos en el horno precalentado a 200ºC. dejándolas cocer, durante unos 20 minutos.
Las sacaremos del horno y con mucho cuidado, quitaremos la sal de la parte de arriba, retirándoles la piel.
Las pasaremos a otra fuente precalentada, retirándoles la piel del otro lado, con cuidado de no llevarnos la sal.
Haremos una salsa holandesa, deshaciendo en un cazo las yemas de huevo con el vinagre y el agua mineral, poniéndolo al fuego suave, sin dejar de remover, añadiendo a trocitos la mantequilla, salpimentando y agregando, si lo deseamos, unas hojitas de estragón.
Emplataremos las lubinas acompañadas de unas patatas cocidas al vapor y la salsa holandesa, servida en una salsera aparte.
Servir de inmediato.