Como hemos repetido muchas veces, el cocinar la pasta, solo requiere el gusto que tengamos en elegir los mejores ingredientes con los que solemos condimentarlos. Esta vez haremos un plato combinado, en el que serviremos los macarrones por un lado, que hemos salseado con los jugos de la cocción del pato, y el pato después.
Ingredientes
500 gr. de plumas ralladas al huevo.
1 pato joven.
50 gr. de grasa de jamón picada muy fina.
1/2 dl. de aceite de oliva virgen.
1/2 cebolla.
1 diente de ajo.
1 zanahoria.
1 rama de apio.
400 gr. de tomate natural, pelado y troceado.
1 vaso de vino blanco seco.
1 hoja de laurel.
2 clavos de aroma.
sal.
pimienta negra molida.
50 gr. de queso parmesano rallado.
Elaboración
Limpiaremos bien el pato, lavándolo y luego secándolo. Lo cortaremos en trozos regulares y los salpimentaremos.
En una cazuela de barro, rehogaremos las hortalizas, finamente picadas, en aceite y grasa de jamón, con un bouquet de clavo y laurel.
Cuando la cebolla empiece a dorarse, retiraremos el bouquet de aromas y añadiremos los trozos de pato.
Cuando estén bien dorados, los rociaremos con el vino blanco.
Esperaremos a que se evapore el vino y agregaremos el tomate pelado y troceado. Lo dejaremos cocer a fuego lento, durante 30 minutos. Rectificaremos de sal y pimienta negra, continuando la cocción hasta que la carne esté tierna (de 15 a 20 minutos más) . Si es necesario, añadiremos un poco de agua mineral caliente.
Retiraremos la carne y reservaremos el jugo de la cocción.
Mientras, coceremos la pasta en abundante agua hirviendo, ligeramente salada.
Cuando esté al dente, la escurriremos y la verteremos en una bandeja y la condimentaremos con el jugo caliente de la cocción anterior, mezclándolo bien.
Los llevaremos a la mesa, acompañados del queso rallado aparte.
Lo presentaremos con la carne de pato aparte. Servirla caliente.