Este pollo tradicional de la cocina ucraniana. Es uno de los platos más predilectos. Antiguamente se solía rellenar tan solo con mantequilla, más tarde ya se le añadía ajo y perejil.
Ingredientes
Para 4 personas:
4 pechugas de pollo con el hueso del ala de unos 250 gr. cada una.
8 dientes de ajo.
50 gr. de perejil fresco.
85 gr. de mantequilla.
sal.
pimienta negra molida.
harina.
4 huevos.
375 gr. de pan rallado.
aceite de oliva
Elaboración
Limpiaremos las pechugas, salpimentándolas y dejándoles el hueso del ala.
Prepararemos el relleno, triturando bien los dientes de ajo y el perejil en el robot de cocina, agregando la mantequilla, la sal y la pimienta negra recién molida.
Pondremos la mezcla anterior sobre un trozo de papel encerado y con una espátula la extenderemos, formando un rectángulo de unos 7,5 x 5 x 1 cm. de grosor.
Con un cuchillo fino y afilado, la dividiremos en bastoncitos de 7,5 cm. y los introduciremos en el congelador 20 minutos, ni un minuto más.
Pondremos 1 pechuga entre 2 hojas de papel film transparente grueso (el hueso del ala debe quedar visible, hacia arriba y la piel hacia abajo).
La aplastaremos con un rodillo la pechuga, sin tocar la zona del hueso, hasta que los bordes queden muy finos, para poder sellarlos facilmente, sin hacer ningún agujero.
La pechuga debe doblar su tamaño.
Prepararemos el resto de las pechugas de la misma manera.
Sacaremos los bastoncitos del congelador y los colocaremos a lo largo, a unos 2 cm. por debajo del hueso del ala, en cada pechuga.
Plegaremos el extremo corto situado enfrente del ala, para envolver el bastoncito de mantequilla.
Las sellaremos presionándolas con los dedos.
Plegaremos luego el extremo izquierdo y enrollaremos cada pechuga, encerrando la mantequilla, formando un cilindro.
El hueso del ala nos deberá quedar arriba.
A medida que las vamos haciendo, las pondremos encima de papel encerado de cocina.
Rebozaremos las pechugas en harina, sacudiendo el exceso de ésta, y las sumergiremos en el huevo batido.
Las pondremos de una en una en un plato y las rebozaremos con el pan rallado, espolvoreándolas con los dedos, poniéndolas de nuevo sobre papel encerado de cocina, reservándolas en la nevera, destapadas, durante 1 hora.
Sacaremos de la nevera y repetiremos la operación de rebozarlas de nuevo con el pan rallado, de la misma manera, con los dedos, volviéndolas a guardar en la nevera, durante 2 horas más.
Calentaremos el aceite en una freidora o en una sartén honda con cesta de freír a 185ºC. (podemos saber la temperatura, poniendo a freír 1 trocito de pan, éste debe dorarse en unos 40 segundos).
Con unas pinzas sumergiremos 2 pechugas, deberán quedar bien cubiertas, sin que se toquen, dejándolas freír durante unos 5 minutos, luego les daremos la vuelta repitiendo la misma operación.
Las dejaremos escurrir sobre papel absorbente de cocina y las serviremos en platos precalentados, pudiéndolas acompañar con alguna ensalada de lechugas.