Un plato sencillo y fresco. Las sardinas maceradas son exquisitas. Un perfecto entrante para seguir con un segundo plato más consistente.
Ingredientes
8 sardinas frescas hermosas.
30 ml. de vino blanco seco.
30 ml. de vinagre de vino blanco.
100 ml. de aceite de oliva.
1 cucharadita de granos de pimienta negra.
1 diente de ajo.
1 hoja de laurel.
1 cucharada de orégano seco.
4 tomates.
1 bolsa de mezclum.
150 gr. de queso feta.
50 gr. de piñones.
sal.
pimienta negra molida.
Elaboración
Limpiaremos las sardinas, eliminado cabezas y tripas.
Separaremos los filete de las espinas, ayudados con un cuchillo fino y las enrollaremos sujetándolas con 1 palillo. Reservarlos en un bol.
Calentaremos en un cazo el aceite de oliva, el vinagre blanco, el vino blanco, el diente de ajo pelado y entero, el alurel, la pimienta en grano y el orégano. Cuando arranque el hervor lo verteremos sobre las sardinas, dejándolo reposar durante 30 minutos.
Lavaremos todas las verduras y cortaremos los tomates por la mitad.
Pondremos una base de mezclum, los tomates y las sardinas, repartiendo por encima daditos de queso feta y piñones, aliñándolo con parte del escabeche de la maceración y lo salpimentaremos.