Aparte de seleccionar unos excelentes solomillos de buey, emplearemos un vino tinto de calidad del Priorat, ese vino que se extrae de esas cepas criadas en las laderas de sus montañas con el suelo de licorella. Con el haremos una salsa en la que incorporaremos el tuétano. Debido al problema que hubo con la enfermedad de las vacas, el tuétano deberíai s encargarlo a vuestro proveedor habitual.
Ingredientes
4 solomillos de buey de unos 2 a 3 cm de grosor.
1 vaso de vino tinto del Priorat.
3 escalonias.
2 cucharadas de salsa de carne.
pimienta en grano.
tomillo.
mantequilla.
un poco de vinagre.
4 huesos de tuétano.
sal.
pimienta negra molida.
aceite de oliva.
Elaboración
En una sartén saltearemos las escalonias con mantequilla, cuando empiecen a tomar color, agregaremos el vino del Priorato.
Las sazonaremos con pimienta negra en grano y el tomillo, luego salaremos.
Reduciremos el vino en casi su totalidad, para añadir a continuación 2 cucharadas de salsa de carne. Dejaremos cocer esta salsa lentamente, durante 15 minutos.
A continuación se desengrasa la sartén con un poco de vinagre, y pasaremos la salsa por un colador.
Una vez colada la salsa, añadiremos el tuétano de los huesos, que previamente habremos pasado por una sartén con mantequilla y cortado a trocitos.
Reincorporamos de nuevo la salsa al fuego muy lento, sin dejar que hierva.
Freiremos los solomillos en una sartén muy caliente, salpimentado y untados en aceite de oliva, dorándolos por ambos lados, dejándolos al punto de cada comensal.
Los serviremos en platos individuales muy calientes y verteremos sobre cada solomillo, 3 cucharadas de la salsa de vino.