Un entrante, para chuparse los dedos. Lo vamos a hacer, básicamente, partiendo de mariscos. Laborioso, pero vale la pena hacer esta receta. Se puede reservar en la nevera, bien tapado con papel film.
Ingredientes
1 kg. de mejillones.
450 gr. de colas de gambas peladas.
250 gr. de carne de cangrejo.
1 cebolla.
30 gr. de mantequilla.
50 ml. de caldo de crustáceos.
50 ml. de vino blanco seco.
1 limón (su zumo).
1 diente de ajo.
3 claras de huevo.
sal.
pimienta negra molida.
Para decorar:
gambitas peladas.
hojas de albahaca.
Para acompañar:
ensalada de lechuga y tomate.
Elaboración
En una sartén grande con mantequilla, freiremos, a fuego lento, la cebolla, finamente picada, hasta que esté transparente.
Incorporaremos los mejillones, regándolos con el vino blanco y el caldo de crustáceos, tapados y a fuego fuerte, hasta que se hayan abierto.
Retiraremos la carne de las valvas y colaremos el caldo de la cocción.
Mezclaremos las colas de gamba con la carne de cangrejo, el caldo de los mejillones colado, el zumo de limón, las claras de huevo y el diente de ajo prensado, sazonándolo todo, con sal y pimienta negra. Lo batiremos todo, hasta obtener una mezcla homogénea.
Incorporaremos los mejillones, mezclándolos con delicadeza y de forma envolvente.
Pondremos la preparación anterior en un molde de plum-cake engrasado con mantequilla.
Lo cubriremos con papel de aluminio y lo coceremos en el horno precalentado a 180ºC. al baño María, durante unos 60 minutos.
Lo dejaremos enfriar un poco y lo dejaremos reposar en la nevera 12 horas. (Prepararlo el día anterior).
Decoraremos la terrina marinera con unas gambitas peladas y unas hojas de albahaca.
Serviremos la terrina, cortada en lonchas gruesas, acom pañándolas con una ensalada de lechuga y tomate.