Aunque no ha sido un buen año, para la recolección de setas, aún podemos encontrar en el mercado, aunque un precio algo caro. No obstante esta es una receta muy sabrosa. Procurad limpiarlos bien de la tierra que pudiesen llevar. Si nos sobra algo, la reservaremos para hacer un buen desayuno, reservándola en la nevera.
Ingredientes
300 gr. de níscalos (rovellones) (rovellones)
4 huevos
1 cebolla pequeña
aceite de oliva
pimienta negra
sal
Elaboración
En primer lugar tenemos que lavar bien los níscalos para que no nos quede restos de tierra. Los dejaremos en una escurridera.
Seguidamente cortaremos la cebolla en juliana muy fina y la pondremos en una sartén con un poco de aceite, hasta que esté blanda y transparente, a fuego lento.
Incorporaremos los níscalos o rovellones, si son grandes los cortaremos en trozos.
Dejaremos que se vayan haciendo y les iremos dando vueltas para que se cuezan bien, unos 15 o 20 minutos, hasta que hayan eliminado el agua que lleven.
Los sazonaremos y les pondremos unos golpes de pimienta negra recién molida.
En un cuenco un poco grande, batiremos los huevos, no les pondremos sal porque ya llevan los níscalos.
Incorporaremos los níscalos y lo mezclaremos bien, para que el huevo quede bien repartido.
Pondremos una sartén en el fuego con un poco de aceite de oliva, incorporaremos la mezcla anterior y la dejaremos que se vaya cuajando; moveremos la sartén de cuando en cuando, para que no se nos agarre.
Le daremos la vuelta a la tortilla poniendo un plato encima, y la volveremos a poner en la sartén para que se cuaje el otro lado. Si nos gusta la tortilla poco hecha la sacaremos antes de la sartén; sino la tendremos un ratito más hasta que los huevos hayan cuajado por completo.
Servir caliente o fría.