Un plato exquisito que hoy elaboraremos, a base de unas deliciosas albóndigas y ya que estamos en temporada otoñal, las haremos con unos níscalos, completando el plato con una rica salsa.
Ingredientes
500 gr. de carne de ternera picada.
1/2 kg. de níscalos (rovellones).
50 gr. de tocino fresco de cerdo.
50 gr. de jamón serrano.
2 huevos.
1 cebolla grande.
1 taza de miga de pan.
250 gr. de salsa de tomate.
250 ml. de vino blanco.
aceite de oliva.
1 taza de leche.
harina.
sal.
pimienta negra molida.
Elaboración
Pondremos la miga de pan en remojo en la leche.
Colocaremos la carne picada de ternera en un bol y añadiremos los huevos.
Picaremos el tocino y el jamón en taquitos pequeños y los agregaremos al bol anterior.
Mezclaremos todo bien y lo salpimentaremos.
Incorporaremos al bol la miga de pan escurrida, mezclándolo todo muy bien.
Formaremos con las manos enharinadas las albóndigas y las pasaremos por harina.
Las freiremos en una sartén con abundante aceite de oliva caliente, hasta que estén doradas.
Pelaremos y picaremos la cebolla.
En una cazuela, verteremos 3 cucharadas del aceite de freír las albóndigas y sofreiremos la cebolla, a fuego suave.
Cuando esté transparente, agregaremos el tomate, dejarlo cocer a fuego, suave unos 10 minutos, incorporando las albóndigas y el vino blanco.
Limpiaremos y lavaremos los níscalos (rovellones) y los cortaremos en trozos, añadiéndolos a la cazuela.
Cuando lleven 15 minutos cociendo, les daremos unas vueltas, taparemos la cazuela y la dejaremos cocer, a fuego suave, durante otros 15 minutos más, rectificando de salazón.