La alcachofa es una de las verduras que podemos emplear para elaborar muchas recetas. Tiene unas propiedades idóneas para aquellas personas que tiene el colesterol alto y para afecciones del hígado. También va bien para evitar piedras en la vesícula. Esta receta en concreto, las vamos a rellenar con jamón. Un consejo, no tireis el agua de haber cocido las alcachofas, aprovechadla y os la bebeis cuando esté fría, es muy buena para el hígado.
Ingredientes
12 alcachofas grandes
150 gr. de jamón serrano
1 cucharada de vino blanco seco
pan rallado
2 cucharadas de aceite de oliva
1 pastilla de caldo de ave
1 limón
1 diente de ajo
agua mineral
sal
Elaboración
A las alcachofas se le quitan los tallos a fin de que queden planas, para que no se caigan al guisarlas y servirlas.
Quitar las hojas más duras, cortar con un cuchillo las hojas a media altura y después abrir las hojas del centro.
Vaciarlas con la punta de un cuchillo, de modo que nos quede un hueco.
Frotar las alcachofas con medio limón (para que no se pongan negras) y echarlas en un recipiente con agua mineral fría y el zumo de medio limón.
Una vez preparadas, picar el jamón muy menudo y mezclar con el pan rallado (1 1/2 cucharadas soperas), el vino blanco, el perejil y el diente de ajo pelado, picado muy menudo.
Escurrir las alcachofas y rellenarlas con la mecla del jamón y demás ingredientes.
Ponerlas bien asentadas en una cacerola de forma que no se caigan.
Verter agua fría hasta que queden cubiertas.
Machacar la pastilla de caldo y deshacerla con un poco de agua y echarla encima de las alcachofas.
Rociarlas con una cucharada sopera de pan rallado y el aceite.
Tapar y reducir el fuego al mínimo.
Dejar cocer durante 45 minutos aproximadamente.