Por tierras de la Albufera de Valencia, cuando llegan los fríos es cuando se levanta la veda de la caza del pato salvaje, por lo que aprovecharemos para hacer este exquisito arroz. Su carne es menos grasienta, por lo que su sabor es más fuerte. Si no disponemos de unos salvaje, también podemos elaborarlo con un pato de granja.
Ingredientes
Para 4 personas
300 gr. de arroz
1 pato salvaje
400 gr. de costilla de cerdo
100 gr. de tomates secos
50 gr. de aceitunas negras sin hueso
1 cebolla
1 diente de ajo
1/2 cucharadita de postre de pimentón dulce
perejil
aceite de oliva
pimienta negra en grano
sal
2 l. de agua mineral
Elaboración
En una cazuela ancha, coceremos las costillas de cerdo y el pato, éste limpio de plumas y vísceras y cortado por la mitad, con 2 l. de agua mineral, unos granos de pimienta negra, medio ramillete de perejil y sal, a fuego lento, hasta que las carnes estén tiernas (de 45 a 60 minutos).
Reservaremos las carnes y el caldo por separado.
Colaremos el caldo y cuando se haya enfriado, retiraremos la grasa que se forme en la superficie.
Cortaremos el pato en trozos medianos y los saltearemos en una paella con un poco de aceite de oliva, hasta que nos queden dorados. Los retiraremos y reservaremos.
En la misma paella, rehogaremos la cebolla y el ajo, picados muy finos, hasta que estén dorados, a fuego medio, durante unos 15 minutos.
Incorporaremos la pulpa de los tomates secos, que los hemos tenido en remojo durante 3 horas, retirando la pulpa con la ayuda de una cuchara, dejándolos cocer 2 minutos más.
Añadiremos el pimentón y las aceitunas.
Incorporaremos el arroz, dándole unas vueltas durante unos 3 minutos.
Lo cubriremos con el caldo reservado el doble de volumen que de arroz y un poco más.
Sazonaremos y agregaremos las costillas de cerdo y los trozos de pato, llevándolo a ebullición. Bajaremos el fuego a suave, dejándolo cocer unos 15 a 18 minutos más.
Acabada la cocción, dejaremos reposar el arroz tapado, durante unos 5 minutos.