Esta receta es muy antigua, de tiempos inmemoriales, pero con grato sabor, entre el relleno con la que pondremos a las berenjenas, dándoles un toque final con azúcar y canela. Ah, y no es un postre, aunque lo parezca.
Ingredientes
Para 4 personas
6 berenjenas
1 cebolla mediana
4 huevos
50 gr. de queso de cabara rallado
50 gr. de pan rallado
50 gr. de azúcar
50 gr. de harina
1 cucharadita de hierbabuena seca
1 pizca de pimienta negra molida
1 pizca de clavo en polvo
1 pizca de canela en polvo
1 pizca de nuez moscada en polvo
100 ml. de aceite de oliva
aceite para freír
sal
Elaboración
En una cacerola grande, coceremos las berenjenas, cortadas a lo largo por la mitad, en agua hirviendo durante 10 minutos. Las retiraremos y escurriremos.
Picaremos 2 berenjenas.
Con las otras cuatro, haremos un hueco.
Mezclaremos las berenjenas, que hemos retirado de los huecos, con la hierbabuena y 2 huevos crudos.
En una sartén con aceite de oliva pocharemos la cebolla picada, hasta que empiece a dorarse (unos 15 minutos a fuego suave).
Añadiremos la mezcla de berenjenas picadas, además de la mezcla con los huevos, removiéndolo continuamente a fuego lento, para que no se pegue y formar una pasta homogénea.
Agregaremos el pan y el queso rallados.
Sazonaremos con una pizca de cada especia, añadiendo 1 cucharadita de azúcar, removiéndolo. Retiraremos la sartén del fuego.
En una sartén honda con aceite abundante caliente, freiremos las berenjenas a las que hemos rellenado con la pasta anterior, enharinándolas y pasándolas por huevo batido.
Las freiremos de una en una, hasta que estén doradas.
Las colocaremos en un plato de servir, espolvoreándolas con azúcar y canela en polvo.