¿Qué mejor desayuno que un bizcocho para cuando vienen mis nietos a pasar unos días en casa? Les encantó y no sólo comieron mis nietos, también comimos todos un buen trozo. Este delicioso bizcocho es ideal para desayunos y meriendas, es muy suave y esponjoso. Si queremos lo podemos decorar con azúcar glas.
Ingredientes
2 yogures naturales
3 medidas de yogur de harina.
3/4 de medida de yogur de aceite girasol
1 cucharada de levadura en polvo.
1 medida de yogur de azúcar.
25 gr. de mantequilla
4 huevos.
1 manzana a trocitos
1 ralladura de un limón
1 cucharada de esencia de vainilla
1 cucharadita de sal
Elaboración
Separaremos las yemas de las claras.
Pondremos en un bol las yemas, el azúcar y los yogures naturales, lo batiremos hasta que doblen de tamaño.
Le añadiremos la mantequilla fundida, el aceite y la esencia de vainilla, lo seguiremos batiendo.
Tamizaremos la harina, la levadura en polvo y la cucharadita de sal y con una espátula o una cuchara de madera lo iremos integrando.
Cortaremos la manzana a trocitos pequeños y muy finos, como si fueran xips y la añadiremos a la masa.
Le añadiremos la ralladura de limón.
Batiremos las claras de los huevos hasta que estén firmes y las iremos incorporando a la masa anterior en 3 tiempos y de forma envolvente para que no se baje la masa y nos vaya entrando aire. Esto le dará más volumen y esponjosidad.
Untaremos un molde para tartas con mantequilla y un poco de harina para que no se pegue.
Calentaremos el horno a 175 º C.
Introduciremos el bizcocho, dejándolo durante 30 o 40 minutos, hasta cuando pinchemos con un palillo, salga limpio, entonces el bizcocho estará cocido.
Si vemos que se nos dora demasiado la parte de arriba y no está todavía hecho, le pondremos un papel de aluminio para que no se nos queme.
Cuando esté frío el bizcocho lo podemos espolvorear con azúcar glas.