Un bizcocho más, para tenerlo dispuesto, para un buen postre o desayuno. También podemos usarlo para preparar algún pastel. La diferencia es que en éste vamos a darle el sabor de la vainilla, añadiendo a la mas un batido con esta especia.
Ingredientes
Para 6 personas
200 gr. de mantequilla sin sal
400 gr. de harina de trigo
400 ml. de batido de vainilla
400 gr. de azúcar
1 sobre de azúcar avainillada
2 huevos grandes
1 sobre de levadura Royal
Elaboración
Derretiremos la mantequilla (en el microondas o en un cazo), dejándola que se enfríe un poco.
En un bol grande, batiremos los 2 huevos, luego agregaremos la mantequilla (templada o fría pero no caliente), mezclándolos bien, con unas varillas.
Seguidamente añadiremos el batido de vainilla, a temperatura ambiente, no frío, mezclándolo con las varillas, así evitamos que la mantequilla se solidifique
Agregaremos todo el azúcar (el normal y el avainillado), mezclándolos con las varillas. Si no disponemos de azúcar avainillado, podemos añadir 1 cucharadita de aroma de vainilla comestible.
Precalentaremos el horno a 180ºC., arriba y abajo.
En un bol suficientemente grande, para que nos quepa toda la mezcla, pondremos la harina tamizada.
Agregaremos la levadura en polvo, mezclándola bien, con un tenedor, para que la levadura se reparta por toda la harina, luego, iremos añadiendo la mezcla líquida (el batido, los huevos, la mantequilla y el azúcar) a la harina, mezclándolos con unas varillas eléctricas, hasta que la mezcla quede homogénea.
Verteremos la mezcla en un molde engrasado con mantequilla, para evitar que se pegue el bizcocho.
Lo introduciremos en el horno precalentado, durante 45 a 60 minutos, controlando ese tiempo, pinchando en el centro del bizcocho con un palillo, comprobando que sale limpio. Si no es así, le faltará un poco más de horno, dejándolo unos 10 minutos más, volviendo a probar de nuevo.
Cuando el bizcocho esté bien horneado, lo sacaremos del horno, dejándolo que temple unos 15 minutos, dándole unos golpes al molde con la mano, sin quemarnos, para que se enfríe completamente, desmoldeándolo sobre una rejilla .