Deliciosos bollos que podéis encontraros por tierras riojanas, que podemos consumirlos a cualquier hora del día, como desayuno o merienda.
Ingredientes
400 gr. de harina de fuerza.
5 gr. de levadura de panadero.
200 ml. de agua.
250 gr. de cebolla.
sal.
tomillo.
1 chorrito de vino blanco seco.
chistorra.
Elaboración
Mezclaremos la harina con la sal, formando un volcán.
Disolveremos la levadura de panadero con el agua y la iremos incorporando, poco a poco, a la harina, mezclándola inicialmente, con una cuchara de madera o una espátula.
Una vez integrado todo, lo amasaremos con las manos, bien enharinadas.
Dejaremos reposar la masa durante 5 minutos.
Mientras, pelaremos y cortaremos la cebolla en juliana fina y la rehogaremos en una sartén con aceite de oliva, tomillo, sal y 1 chorrito de vino blanco, a fuego suave, hasta que esté tierna y transparente. La reservaremos.
Volveremos a amasar la masa, enharinándola, para que no se nos pegue en las manos. La dejaremos reposar 20 minutos más, tapada con un paño, hasta que doble su volumen.
Cortaremos la masa en 4 partes iguales, poniéndolas sobre un plato untado con aceite.
Cortaremos 4 trozos de chistorra.
Cogeremos 1 parte de masa y la aplastaremos con las manos, formando más o menos un cuadrado.
Pondremos 1 cucharada de la cebolla rehogada y 1 trozo de chistorra.
Cerraremos el paquete, plegando las puntas hacia el centro, acabándolo de redondear con las manos, repitiendo la operación con las otras partes. Los dejaremos fermentar durante 40 minutos más, tapados con un paño.
Los introduciremos en el horno precalentado a 210ºC. durante 40 minutos.