Bueno, Sres. Ya hemos terminado las fiestas navideñas, no por ello vamos a dejar de trabajar en nuestras cocinas. Pero para alegrar nuestros cuerpos, podemos preparar este sabroso brazo de gitano.
Ingredientes
Para 6 personas
4 huevos, a temperatura ambiente
3/4 cucharadita de polvos de hornear
1/2 cucharadita de sal
3/4 taza de azúcar granulada
1 cucharadita de extracto de vainilla
3/4 taza de harina
azúcar flor
2 latas de manjar
Elaboración
Precalentaremos el horno a 200º C.
Batiremos los huevos, preferentemente en una batidora eléctrica, con la sal y los polvos de hornear, hasta que espese y tenga el color de un limón.
Gradualmente agregaremos el azúcar granulado.
Añadiremos la vainilla.
Con una cuchara, incorporaremos la harina cuidadosamente, sin revolverla, pero mezclándola suavemente, dando vueltas con la cuchara, de un lado para otro, sin molestar mucho el aire en los huevos, más de lo que sea necesario. Queremos que las burbujas del huevo permanezcan para que el queque suba y no quede aplastado. Es muy importante mezclar la harina suavemente.
Verteremos la masa en una bandeja de hornear de 38 x 25 cm. aproximadamente, previamente engrasada con mantequilla y forrada con papel de hornear, también engrasado, horneándola, durante 12 minutos o menos, hasta que empiece a dorarse.
Entretanto, rociaremos un paño limpio de té con el azúcar flor.
Volcaremos el queque sobre el paño.
Rápidamente quitaremos el papel y cortaremos los bordes duros del queque. Por el lado pequeño, enrollaremos con el paño hacia adentro, envolviendo el queque. Enfriarlo en la nevera.
Cuando esté frío el queque, lo desenrollaremos y lo cubriremos con manjar. Enrollándolo de nuevo otra vez y rociándolo con azúcar flor.
Para hacer el manjar, pondremos las latas de leche condensada en una olla con agua cubriendo los tarros, cocinándola, hasta que tenga el color de caramelo, cerca de 2 horas. Otra forma más segura de hacer el manjar, es abriendo los tarros parcialmente antes de ponerlos en la olla. En este caso, solo pondremos agua suficiente para hervir las latas. Así , con este método, no existe el peligro de que exploten.