Un entrante de contrastes. Mezclaremos el dulzor del albaricoque con el resto de los ingredientes. Además, tenemos una bonita presentación.
Ingredientes
Para 4 personas
2 calabacines medianos
2 albaricoques
1 rebanada de pan de molde sin costra
3 cucharadas de leche
1 cebolla mediana
200 gr. de carne de buey picada (podemos emplear de ternera)
1 huevo
menta fresca
aceite de oliva extra virgen
sal
pimienta negra molida
Elaboración
Tostaremos la rebanada de pan de molde sin corteza. La remojaremos con la leche.
Lavaremos los albaricoques. Los abriremos retirando el hueso. Los cortaremos en daditos.
Cortaremos los calabacines por la mitad. Los vaciaremos retirando parte de la pulpa para poder rellenarlos. La picaremos muy menuda. Reservar.
En una sartén con aceite de oliva caliente, pocharemos la cebolla, pelada y picada, a fuego suave, durante unos 10 a 15 minutos.
Incorporaremos la pulpa y la carne de buey picada, dejándolo cocer a fuego vivo unos 8 minutos.
Retiraremos la sartén del fuego. Mezclaremos todo con la tostada de pan desmenuzada, los daditos de albaricoque, el huevo batido y la menta, lacada y picada muy menuda. Salpimentaremos.
Rellenaremos con esta mezcla los calabacines, poniéndolos en una bandeja untada con aceite de oliva.
Introduciremos la bandeja en el horno precalentado a 180 °C. durante unos 30 minutos.
Servir caliente, decorados con unas hojas de menta fresca .