Un caldo casero, siempre es mucho más interesante, hacerlo nosotros, con mucha paciencia y a fuego suave. De esta manera tenemos la seguridad de no llevar conservantes. Lo hemos hecho con pollo, pero tenemos una variante, sustituyendo el pollo por 1/2 gallina. Una vez elaborado, lo podemos congelar y emplearlo más tarde. Podemos servirlo como un consomé o preparando una sopa de pasta o de arroz.
Ingredientes
Para 3 l. de caldo
4 l. de agua mineral
1 pollo mediano
1 nabo
1 chirvia
3 zanahorias
1 puerro
1 patata
3 ramas de apio verde
1 rodaja de calabaza pelada
1 ramita de tomillo
unos granos de pimienta negra
sal
1 ramillete de perejil.
1 hueso de jamón (opcional)
1/4 de col (opcional)
Para la sopa de 4 personas:
1 l. de caldo casero
175 gr. de pasta de sopa
Elaboración
Para el caldo casero, emplearemos una olla grande, donde quepan bien todos los ingredientes.
Introduciremos dentro el pollo entero, limpio y lavado, sin vísceras y con piel, para quitar posibles restos de sangre.
Lo cubriremos con 4 litros de agua mineral, o la suficiente, para que cubra bien el pollo y lo llevaremos a ebullición.
Iremos añadiendo a la olla las verduras, peladas y troceadas. Aprovechando la parte verde del puerro y las hojas del apio.
Lo sazonaremos con la pimienta, 1 cucharada de sal y el perejil. Podemos aromatizarlo, opcionalmente, con un poco de tomillo fresco.
Dejarlo cocer, a fuego lento, durante 90 minutos, como mínimo, hasta que quede un caldo sustancioso. Es importante ir espumando la superficie, para que el caldo quede claro. Para ello emplearemos 1 cucharón o 1 espumadera.
Si queremos ahorrar tiempo y energía, podemos usar una olla rápida, dejándolo cocer, durante 40 minutos, a partir de que empiece a soplar el vapor, aunque siempre es preferible a fuego lento, como se ha hecho toda la vida.
Este caldo podemos enriquecerlo con otras verduras, o darle más sabor con 1 hueso de jamón.
Una vez listo es mejor dejarlo enfriar en el frigorífico, retirando posteriormente, la película de grasa que se queda en la superficie, usando 1 cuchara.
En este punto lo podremos colar para su uso, pasándolo por un colador fino.
El pollo lo reservaremos aparte, retirándole la carne, para emplearla, para añadirla a la sopa o para elaborar unas croquetas, como es tradicional.
Si no lo vamos a emplear pronto, lo podemos congelar en tuppers herméticos, para su uso posterior, pero si lo guardamos en frío, no reservarlo más de 3 a 4 días.
Para 4 personas, calentaremos 1 l. de caldo de pollo desgrasado.
Añadiremos 175 gr. de fideos finos o tiburones, dejándolos cocer unos minutos, el tiempo que nos indique el envoltorio.
A la hora de servir, añadiremos un poco de la carne de pollo reservada, desmenuzada y unos taquitos de jamón.
Servirla de inmediato al momento esta deliciosa receta de caldo casero.