Unos riquísimos canelones cuyo ingrediente principal es la cigala. Procurar que sean frescas, mantiene mejor su sabor, aunque si no podemos disponer de ellas, se pueden emplear congeladas.
Ingredientes
12 placas de canelones.
400 gr. de cigalas.
1 tronco de apio.
1 puerro.
2 zanahorias.
1 manojo de cebollino.
150 gr. de champiñones.
1 vaso de leche.
1 cucharada de harina.
50 gr. de mantequilla.
2 vasos de caldo de pescado.
aceite de oliva.
1 vaso de salsa de tomate.
sal.
pimienta negra molida
Elaboración
Cortaremos el puerro, las zanahorias y el apio en juliana (tiras estrechas y largas).
Lavaremos y cortaremos a trocitos los champiñones y el cebollino.
Sofreímos todo junto en una sartén con aceite, a fuego lento, salpimentándolo.
Lavaremos las cigalas y las coceremos en el caldo del pescado, durante un par de minutos.
Las pelaremos y guardaremos las colas, incorporándolas al sofrito.
Herviremos la leche.
En un recipiente aparte, tostaremos la harina en la mantequilla, salpimentaremos y luego añadiremos la leche hirviendo, poco a poco, dejándolo cocer durante 10 minutos más y añadiremos esta bechamel al sofrito.
Coceremos las placas de canelones en agua con sal, siguiendo las instrucciones del fabricante.
Las escurriremos y secaremos, colocándolas sobre una superficie plana.
Las rellenaremos con el sofrito de las cigalas.
Las iremos colocando sobre una bandeja de horno engrasada, procurando que no se toquen.
Los cubriremos con salsa de tomate y los espolvorearemos con el cebollino bien picado y el queso rallado, gratinándolos en el horno precalentado, hasta que estén dorados.