Como aun podemos encontrar esta extraordinaria verdura de invierno, muy tradicionales por tierras aragonesas, las preparemos con una suave salsa blanca
Ingredientes
Para 4 personas
1 kg. de cardos
1/2 l. de leche
2 cucharadas de harina
1 cucharada de mantequilla
1 limón
1 pizca de pimienta blanca
1 pizca de sal
1 pizca de nuez moscada
250 gr. de queso rallado
Elaboración
A los cardos tiernos y blancos, les quitaremos las hojas duras y las tiernas las rasparemos por dentro y por fuera con un cuchillo, quitándoles con cuidado todas las hebras.
Las frotaremos con limón e iremos echando los trozos, en un barreño con agua fría con el zumo de 1 limón.
Cortaremos el cardo en trozos regulares, poniéndolos a cocer en abundante agua hirviendo, añadiendo sal y un poco de limón.
Lo dejaremos cocer, a fuego medio, dejando la olla a medio tapar, unos 45 minutos, hasta que esté tierno.
Una vez cocido, retiraremos el caldo, reservándolo.
También puede hacerse esta receta con cardos congelados, con lo cual nos evitaríamos los pasos anteriormente descritos, pues éstos sólo necesitan que se les de una cocción.
Una vez troceados y cocidos los cardos, los colocaremos en una fuente de horno, previamente engrasada con mantequilla.
Procederemos a hacer la salsa o bechamel; rehogaremos la harina con la mantequilla y a fuego lento, iremos añadiendo la leche, hasta formar una crema a la que se le incorporará el queso rallado, la sal, la pimienta y la nuez moscada.
Verteremos esta salsa sobre los cardos.
Introduciremos la fuente en el horno a 190ºC. de 5 a 10 minutos, para que la mezcla quede homogénea.
Se sirven calientes.