Si os gusta la carne de corzo, esta es una de las maneras más sabrosas de elaborarlo, debemos aprovechar cuando la veda se levanta en otoño. Sobre todo es muy importante realizar un buen adobo, ya que las carnes de este animal son fuertes, y emplear un buen vino tinto de crianza y un buen vinagre, nos dará un buen resultado.
Ingredientes
800 gr. de lomo de corzo en una pieza
1/2 taza de sangre de corzo o 2 higadillos de pollo.
50 gr. de tocino
6 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada sopera de tomate frito
1/2 l. de caldo de carne preferentemente de carne de caza
25 gr. de chocolate
sal
pimienta negra molida
nuez moscada
Para el adobo:
1/2 l. de vino tinto a poder ser de calidad, un crianza por ejemplo
100 ml. de vinagre
1 cebolla grande
1 diente de ajo
1 zanahoria grande
10 gr. de granos de pimienta negra
2 clavos de olor
1 ramita de tomillo
2 hojas de laurel
sal
Elaboración
En una cazuela de barro colocaremos el lomo de corzo entero, junto con la cebolla, el diente de ajo, la zanahoria, cortados en trozos gruesos, los granos de pimenta machacados, los clavos de olor, el tomillo, el laurel, el vino tinto y el vinagre, dejándolos en adobo, durante 48 horas, tapado, dándole la vuelta varias veces.
Transcurrido ese tiempo, lo escurriremos, secaremos, eliminaremos las briznas y lo cortaremos en dados gordos.
Freiremos en una cazuela con aceite de oliva caliente, el tocino cortado, también en dados y la carne sazonada con sal y pimienta.
Cuando se hayan dorado, los reservaremos en una bandeja.
Freiremos en la misma cazuela, 1/2 cebolla, 1/2 zanahoria y 1 diente de ajo, de los que teniamos en el adobo, hasta que se doren.
Añadiremos el puré de tomate y 1 vaso del líquido del adobo, el caldo de carne y la sangre (o los higadillos de pollo), dejándolos cocer, durante 15 minutos más, removiéndolo de vez en cuando, para que no se corte la sangre y se ligue bien.
Incorporaremos el chocolate rallado y una pizca de nuez moscada, dejándolo cocer durante unos 5 minutos minutos más.
Incorporaremos de nuevo los trozos de lomo, junto con los jugos que hayan soltado en la bandeja, dejándolo cocer, a fuego lento, durante 30 minutos o hasta que veamos que la carne de corzo esté tierna.