Estos platos, se acostumbran a elaborar, sobre todo, antiguamente, después de Semana Santa, ya que por aquellos tiempos se practicaba la abstinencia de carnes. Un plato muy popular por tierras de Castilla, donde el cordero está muy presente en el recetario de sus cocinas.
Ingredientes
Para 4 personas
1 kg. de pierna de cordero
120 cc. de aceite de oliva
1/2 l. de caldo de carne
1 taza de tomate triturado
5 granos de pimienta negra
2 clavos de aroma
1 cucharada de pimentón dulce
1 pizca de cominos
miga de pan
1 ramito de perejil
1 cebolla
1 pimiento verde
1 zanahoria
1 guindilla
1 hoja de laurel
1 vaso de vino blanco seco
1 cabeza de ajos
sal
pimienta negra molida
Elaboración
Limpiaremos y cortaremos la carne en trozos regulares de unos 5 cm.
En un mortero, machacaremos 5 granos de pimienta negra, 2 clavos 1 cucharada de pimentón dulce, el comino y una miga de pan del tamaño de un huevo.
Picaremos el perejil.
Picaremos finamente la cebolla, el pimiento verde, la zanahoria y la guindilla.
En una cazuela con aceite, rehogaremos el pimiento, la cebolla, la zanahoria y la guindilla. Cuando estén tiernos (unos 15 a 20 minutos), añadiremos el perejil picado, el laurel y la cabeza de ajos entera.
Incorporaremos la carne y la sofreiremos ligeramente, durante 10 minutos.
Añadiremos el tomate triturado, salpimentándolo.
Verteremos el vaso de vino blanco.
Cubriremos la carne con el caldo de carne, dejándola cocer lentamente, unos 50 minutos, hasta que la carne este tierna.
Mezclaremos el contenido del mortero con un poco de jugo del guiso y lo añadiremos a la cazuela, dejándola hervir unos 5 minutos más.
Presentar en la misma cazuela.