Vamos a ser un poco artistas, y en lugar de comprar los croissants en la pastelería, vamos a elaborarlos nosotros. De esta manera sabemos que nos llevan aditivos, porque sabemos lo que empleamos. Para iniciar el día con un buen desayuno con estas pastas.
Ingredientes
Para 4 personas
100 cc. de leche templada
100 cc. de agua mineral templada
25 gr. de levadura
1 cucharadita de sal
3 cucharadas de azúcar
3 cucharadas de mantequilla derretida
500 gr. de harina
250 gr. de mantequilla
1 yema de huevo
Elaboración
Diluiremos la levadura en el agua templada y añadiremos la leche, también templada.
La uniremos con el azúcar, la sal y la mantequilla derretida.
Colocaremos sobre una mesa de trabajo la harina, en forma de volcán o círculo, y verteremos en el centro el líquido anterior. Amasaremos.
En cuanto se forme una bola que se desprenda de las manos, la depositaremos en un bol y la taparemos con un paño, dejándola reposar, durante 1 hora, para que fermente.
Cuando haya doblado su tamaño, extenderemos la masa con un rodillo, sobre una superficie enharinada, y formaremos 1 rectángulo de aproximadamente 30 x 30 cm.
La temperatura ambiente es muy importante, el secreto está en que la mantequilla y la masa deben tener la misma consistencia.
Si el ambiente es caliente, meteremos la masa en el frigorífico, mientras trabajamos la mantequilla.
Aplastaremos la mantequilla, hasta hacer 1 rectángulo de 20 x 20 cm.
Ajustarla a la parte inferior de la masa. Doblar la parte superior sobre la mantequilla y luego doblar la parte que resta sobre ésta.
Espolvorearemos con harina la mesa y las manos, y aplanaremos la masa con el rodillo, hasta conseguir unos 2 cm. de espesor, aproximadamente.
La volveremos a doblar en tercios, como si fuese una carta.
La guardaremos en el frigorífico, durante 10 minutos y repetiremos de nuevo la operación.
Volveremos a repetir el proceso anterior otra vez.
Después de esta última vez, la guardaremos de nuevo en el frigorífico, durante 1 1/2 horas.
Formaremos los croissants, extiendo la masa sobre una mesa enharinada, hasta que tenga medio 0,5 cm. de espesor.
Marcaremos tiras de 12 cm. y dejaremos reposar la masa unos 30 minutos.
Cortaremos las tiras, formando con ellas triángulos y tiraremos con los dedos de los dos extremos de la base.
La punta del triángulo debe quedar en el centro y apuntando hacia abajo.
Los colocaremos sobre una fuente de horno engrasada, ajustando las puntas hacia dentro.
Los pintaremos con la yema de huevo diluida en un poco de agua y los dejaremos a temperatura ambiente para que suban, unos 30 minutos más.
Los volveremos a pintar con huevo.
Calentaremos el horno 30 minutos a 200ºC. y después los meteremos en el horno, durante unos 20 o 25 minutos.