Para aprovechar que disponemos de un robot de cocina, con la receta que vamos a pasar, podemos elaborar hasta 70 unidades, dependiendo del tamaño de cómo vamos a hacerlas, que bien nos pueden servir para un aperitivo, en alguna celebración o simplemente para unos entrantes para comensales con buen apetito. Quedan realmente sabrosas.
Ingredientes
Para unas 70 unidades:
20 gr. de gambas frescas peladas (cortadas a trozos de 1 cm. aproximadamente)
30 gr. de aceite de oliva
150 gr. de mantequilla (cortada a trozos)
150 gr. de harina
30 gr. de maicena
800 gr. de leche entera ( a temperatura ambiente)
1 cucharadita de sal (de las de café)
2 pellizcos de pimienta negra molida
1 pellizco de nuez moscada molida
Para rebozar y freír:
200 gr. de pan rallado
2 huevos batidos
300 gr. de aceite de oliva
Elaboración
Pondremos el aceite de oliva en el vaso del robot y calentaremos 5 minutos, 120ºC, velocidad cuchara.
Incorporaremos las gambas y las freiremos, 3 minutos, 120ºC, velocidad cuchara. Retiraremos las gambas y dejaremos el aceite.
Agregaremos la mantequilla y programaremos, 5 minutos, 100ºC, velocidad 1.
Añadiremos la harina alrededor de las cuchillas y rehogaremos 3 minutos, 120º, velocidad 2.
Agregaremos la maicena, la leche, la sal, la pimienta y la nuez moscada, mezclando 10 segundos, velocidad 7. Después programaremos 25 minutos, 100ºC, velocidad 4.
Incorporaremos las gambas, mezclándolas bien, con la ayuda de la espátula. Programaremos 3 minutos, 100ºC, velocidad 2.
Verteremos la preparación en una manga pastelera desechable, dejándola enfriar unos 30 minutos. Luego la reservaremos en la nevera como mínimo unas 8 horas.
Pasado ese tiempo, pondremos el pan rallado en una bandeja alta.
Cortaremos la punta de la manga, para que nos quede un agujero de unos 3 cm. de diámetro.
Apretaremos la manga sobre el pan rallado, formando cilindros con la masa.
Con unas tijeras, cortaremos porciones de unos 5 cm. de largo.
Las rebozaremos con el pan rallado, después por el huevo batido, volviéndolas a pasar por el pan rallado. Repetiremos los pasos, hasta acabar con toda la masa.
Las freiremos en un cazo pequeño con abundante aceite caliente, por tandas, para que no se peguen las unas con las otras. Las iremos dejando sobre papel absorbente, para que escurran el aceite. Servir calientes.