Un plato sencillo y bonito de presentar. Tan solo emplearemos unas espinacas frescas, tan solo cocidas y cubiertas con una bechamel elaborada con cebolla. Las cubriremos con unas lonchas de jamón (puede ser serrano o cocido) y espolvore adas con semillas de sésamo.
Ingredientes
Para 4 personas
1 Kg. de espinacas frescas
150 gr. de lonchas de jamón
6 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de semillas de sésamo
pimienta
sal
Para la salsa bechamel:
300 ml. de leche
30 gr. de harina
15 gr. de mantequilla
nuez moscada
Elaboración
Limpiaremos las espinacas y las lavaremos bien, dándoles varias aguas, para eliminar los restos de tierra que pudiera tener.
Herviremos en una olla con agua con sal y escaldaremos las espinacas durante 2 minutos. Las escurriremos bien y las pondremos en moldes individuales, reservándolas.
Prepararemos una salsa bechamel, poniendo a hervir la leche.
Mientras en otra olla, fundiremos la mantequilla le añadiremos la cebolla rallada y la rehogaremos a fuego lento hasta que esté trasparente (unos 15 minutos).
La salpimentaremos ligeramente y le añadiremos la harina sin dejar de remover durante unos minutos.
Le añadiremos la leche hirviendo y seguiremos removiendo con unas varillas, para evitar que se formen grumos y que se pegue durante 12 minutos.
Desmoldaremos las espinacas y las pondremos en platos de servir, cubriéndolas con la bechamel.
Las espolvorearemos con las semillas de sésamo, colocándoles encima las lonchas de jamón.