Como que de rodaballo, podemos disponer de él todo el año, gracias a las piscifactorías, haremos esta receta en cualquier época. Eso sí, si disponemos de rodaballo salvaje, veremos una gran diferencia en el sabor y textura de sus carnes. Esta vez lo haremos, introduciendo trocitos de anchoa y acompañados con una suave salsa de alcaparras.
Ingredientes
Para 4 personas
8 filetes de rodaballo.
40 gr. de apio.
4 anchoas saladas.
10 gr. de mantequilla.
20 gr. de alcaparras.
20 gr. de nata líquida.
100 ml. de vino blanco seco.
sal.
pimienta blanca molida.
Elaboración
Escaldaremos el apio en agua hirviendo, ligeramente salada.
Desalaremos las anchoas, quitándoles la cabeza y las espinas, cortándolas en trocitos muy pequeños.
Con la punta de un cuchillo, haremos pequeños cortes en los filetes de rodaballo, introduciéndoles en ellos, los trocitos de anchoa. Los salpimentaremos.
Engrasaremos una cazuela que pueda ir al horno con mantequilla y en frío, pondremos los filetes y el vino blanco.
Taparemos la cazuela y la introduciremos en el horno precalentado a 220º C, durante 7 minutos.
Retiraremos los filetes de la cazuela, reservándolos en caliente.
Añadiremos la nata al fondo de la cocción y la haremos espesar, en el fuego.
Incorporaremos las alcaparras y rectificaremos de sal y pimienta.
Colocaremos los filetes en platos calientes, vertiendo por encima la salsa y el apio cortado a trocitos.