Estupenda manera de guisar una gallina, aparte de que ya de por sí, su carne es más sabrosa que la del pollo, esta receta la acaba de redondear.
Ingredientes
Para 4 personas
1 gallina troceada de unos 1,5 kg.
1 cebolla mediana.
2 dientes de ajo.
1 rebanada de pan de unos 30 gr.
10 almendras crudas y peladas.
2 huevos cocidos (sus yemas).
1 cucharadita de zumo de limón.
1 pizca de canela en polvo.
1 pizca de clavo en polvo.
1 pellizco de cominos.
1 pellizco de azafrán.
500 ml. de agua mineral.
100 ml. de aceite de oliva.
sal.
Elaboración
Calentaremos el aceite de oliva en una cazuela de barro, donde freiremos la rebanada de pan, las almendras y los dientes de ajo pelados. Los retiraremos de la cazuela y reservaremos.
En el mismo aceite, rehogaremos los trozos de gallina y también los retiraremos y reservaremos.
Con el mismo aceite, rehogaremos la cebolla, picada fina, a fuego lento, hasta que esté tierna y transparente.
Incorporaremos de nuevo los trozos de gallina, cubriéndolos de agua mineral, añadiendo el zumo de limón, la sal, la canela y el clavo en polvo.
Taparemos la cazuela y la dejaremos cocer, a fuego lento, de 45 a 60 minutos, dependiendo lo tierna que sea la gallina.
Mientras, en un mortero, majaremos el azafrán, el pan frito, los cominos, los dientes de ajo y las almendras fritas.
Añadiremos las yemas de los huevos cocidos, diluyéndolo todo con un poco del caldo de la cocción.
Cuando la gallina esté casi cocida, comprobaremos el punto de sal y añadiremos el majado a la cazuela, procurando que no hierva fuerte, para que no se nos corte la salsa, ésta nos deberá quedar un poco espesa.