Un entrante muy original, sobre todo, aparte de sus sabores variados, por la vistosidad del plato. Sorprenderéis a vuestros invitados por vuestras habilidades culinarias.
Ingredientes
4 hojas de gelatina roja.
4 hojas de gelatina neutra.
250 ml. de tomate triturado.
2 dientes de ajo.
150 gr. de yogur natural.
200 gr. de queso fresco.
4 cucharadas de zumo de limón.
2 cucharadas de perejil picado.
2 rebanadas de pan de centeno.
150 gr. de nata fresca.
hojas de lechuga (para decorar).
hojas de menta (para decorar).
pimienta negra molida.
sal.
Elaboración
Remojaremos en agua la gelatina roja y, en otro bol la gelatina neutra.
Para la gelatina de tomate, llevaremos a ebullición el tomate triturado, añadiremos el ajo picado, lo salpimentaremos, retirándolo del fuego al cabo de 1 minuto.
Escurriremos la gelatina roja y la disolveremos en el puré de tomate.
Forraremos con papel film un molde rectangular, vertiendo el puré de tomate, dejándolo refrigerar en la nevera, durante 3 horas.
Para la gelatina de yogur, mezclaremos el yogur y el queso con 2 cucharadas de zumo de limón, salpimentándolo.
Disolveremos la gelatina neutra en un cazo a fuego lento, añadiendo la mezcla de yogur y el perejil picado, removiéndolo y añadiéndolo sobre la gelatina de tomate que hemos retirado de la nevera.
Colocaremos las rebanadas de pan encima. Lo volveremos a poner en la nevera, dejándolo 3 horas más.
Para la salsa, batiremos la nata, el zumo de limón y el perejil picado restantes, la salpimentaremos.
Para la presentación, desmoldearemos la gelatina y haremos triángulos con la ayuda de un molde triangular.
Servirlos decorados con la salsa y las hojas verdes de lechuga y menta .