Cuando era un niño, los helados solo podíamos probarlos en verano. Era un cuento. Ahora los disfrutamos durante todo el año. Por ello vamos a preparar un helado con almendra o con nueces, lo que más nos apetezca.
Ingredientes
Para 4 personas
80 ml. de leche
300 gr. de azúcar
250 ml. de leche evaporada
1 taza de nueces o almendras picadas
2 cucharaditas de maicena
Elaboración
Haremos una crema, disolviendo la maicena en la leche.
Añadiremos 100 gr. de azúcar y la pondremos, a fuego suave, hasta que espese, sin dejar de remover.
Incorporaremos las almendras o las nueces, picadas, dejándolo enfriar.
Haremos un caramelo, con el azúcar restante, moviéndola continuamente, hasta que se derrita.
Agregaremos 125 ml. de agua mineral caliente y la dejaremos, hasta que el caramelo esté completamente disuelto. La reservaremos, durante 24 horas en la nevera, para que tome el sabor la mezcla.
Batiremos la leche evaporada, montándola, hasta que doble su volumen, uniéndola a las mezclas anteriores, sin dejar de batir.
Empezaremos el proceso de mantecarlo, es decir, introduciremos aire en la mezcla.
Si no disponemos de una heladora, emplearemos la batidora, a velocidad baja, con las varillas de montar nata o claras, con ello obtenemos un aspecto más cremoso y evitamos la creación de hielo.
La introduciremos en el congelador, durante más de 30 minutos.
Lo sacaremos y volveremos a mantecar, batiéndolo, durante 2 o 3 minutos más, hasta que quede cremoso.
Lo introduciremos de nuevo en el congelador, repitiendo el proceso, al menos 4 o 5 veces más.
Una vez terminado el proceso, cuando veamos que el helado está frío y cremoso, lo introduciremos de nuevo en el congelador, poniendo a la máxima potencia y cubriendo la crema del helado con una tapa, dejándolo así, durante 2 horas.