Un postre excepcional, donde juntaremos el intenso sabor de la trufa con el dulzor y aroma de la canela. El remate final de una buena comida en compañía de nuestros amigos e invitados.
Ingredientes
4 trufas
8 yemas de huevo
1 l. de leche entera
200 gr. de azúcar
1/2 cucharadita de canela en polvo
Para decorar:
8 bizcochos de soletilla (opcional)
4 ramitas de canela (opcional)
pepitas de chocoale (opcional)
Elaboración
Limpiaremos bien las trufas con un cepillo o con un paño ligeramente húmedo.
En una olla, verteremos la leche y las trufas. Cuando arranque el hervor, apagaremos el fuego y las dejaremos infusionar durante 20 minutos.
En un bol, mezclaremos las yemas de huevo con el azúcar, hasta obtener una mezcla homogénea.
Reservaremos las trufas aparte y verteremos la leche en el bol de la mezcla de huevos, junto.
Verteremos la mezcla en un cazo y, a fuego suave, justo hasta que arranque el hervor y sin dejar de remover.
Pelaremos las trufas y las cortaremos en láminas finas. Reservaremos 4 láminas y el resto las agregaremos a la mezcla anterior, junto con la canela en povo.
Dejaremos enfriar la mezcla y la pondremos en el congelador. A la 1/2 hora, la sacaremos y lo pasaremos por la batidora, repitiendo esta operación otra vez, después dejaremos que se acabe la congelación.
Repartiremos el helado en copas y las decoraremos con las láminas de trufa reservadas, y opcionalmente con las ramitas de canela, los bizcochos de soletilla y también con lágrimas de chocolate.