Un plato, cuya dificultad es el relleno y rebozado de los huevos, el resto es muy sencillo. Una receta de origen mexicano, con mucho sabor.
Ingredientes
Para 2 personas
4 huevos cocidos.
1 loncha de jamón serrano.
1 cebolla pequeña.
1 copita de vino blanco seco.
1 pastilla de caldo de carne.
1 taza de agua mineral.
1 hoja de laurel.
1 cucharada rasa de harina.
1 pocillo de leche (250 ml.)
pan rallado.
1 huevo batido.
aceite de oliva.
sal.
pimienta negra.
pure de patata (opcional).
Elaboración
Pelaremos los huevos cocidos y los partiremos por la mitad a lo largo, con mucho cuidado.
Extraeremos las yemas, poniéndolas todas juntas en un bol y reservando las claras.
Machacaremos las yemas junto con el pocillo de leche, de forma que consigamos una pasta.
Añadiremos un pellizco de pimienta y la loncha de jamón muy picadita. Lo amasaremos bien, hasta obtener una mezcla uniforme.
Rellenaremos los huecos de las claras de huevo con esta mezcla, y con mucho cuidado, las rebozaremos con el huevo batido y el pan rallado.
Doraremos los huevos rebozados en una sartén con aceite, a fuego medio.
Una vez dorados, los colocaremos en una cazuela de barro.
En el mismo aceite de la sartén (si hubiere demasiado, eliminaremos algo), rehogaremos la cebolla picada y una vez que esté tierna (unos 15 minutos), le agregaremos la harina, dejándola que se tueste un poco.
Agregaremos la hoja de laurel, el vino blanco, la taza de agua y la pastilla de caldo de carne desmenuzada, dejándolo hervir, durante unos 10 minutos.
Colaremos la salsa y la verteremos sobre los huevos, dándoles un hervor, antes de servirlos.
Los podemos acompañar con un poco de puré de patatas, de manera decorativa .