Si viajamos por tierras aragonesas, nos encontraremos una variedad de platos en los que incluyen la perdiz. Las hacen de muchas maneras, escabechadas, estofadas o combinadas, como es en nuestro caso, con unas alubias blancas. Un plato muy completo, que podemos considerarlo como plato único.
Ingredientes
Para 4 personas
400 gr. de judías blancas
2 perdices
60 cc. de aceite oliva
2 dientes de ajo
1 pizca de azafrán
2 cebollas
2 guindillas
1 hoja de laurel
1 cucharadita de pimentón dulce
100 cc. de vino blanco seco
sal
Elaboración
En una cacerola con aceite de oliva, haremos un sofrito, dorando el ajo y la mitad de la cebolla, finamente picados.
Añadiremos la hoja de laurel y la cayena o guindilla.
Una vez dorados, espolvorearemos con pimentón dulce y lo regaremos con el vino blanco de inmediato, para evitar que se queme el pimentón, dejándolo reducir.
Incorporaremos las judías blancas, previamente puestas a remojo la noche anterior, rehogándolas por espacio de 1 minuto, a fuego medio, sin dejar de remover.
Mojarlas con caldo de ave, cubriendo las alubias ligeramente y añadiremos 1 cebolleta cruda y un poco de azafrán, dejándolas cocer, durante de unos 30 minutos, echando de vez en cuando cubitos de hielo o agua helada, para favorecer que el caldo tome cuerpo.
Finalmente, añadiremos los trozos de perdiz, que hemos salpimentado y salteado en una sartén con aceite, dejándolos que se haga la carne unos 15 a 20 minutos más, a fuego suave.