Este delicioso postre es de origen italiano, que se puede elaborar de diferente maneras y formas. Nosotros vamos a hacerlos de nata y cubiertos con una crema de yema que doraremos. Una delicia con la que sorprenderéis a vuestros invitados
Ingredientes
Para los massini:
2 piononos (ver receta)
500 ml. de crema de leche muy fría (de nevera)
8 cucharadas de azúcar
4 claras de huevo
1 cucharadita de vainilla
Para la cobertura de crema de yema:
6 yemas de huevo
150 gr. de azúcar
100 gr. de azúcar impalpable o glas
25 ml. de agua mineral
1 cucharada de almidón de maíz
Elaboración
Prepararemos el relleno, batiendo la crema de leche, muy fría (de la nevera) con 4 cucharadas de azúcar y la vainilla, hasta lograr el punto de crema tipo chantilly. Reservar en la nevera.
Batiremos las claras de huevo a punto de nieve, espolvoreando las 4 cucharadas de azúcar restantes, en forma de lluvia, hasta obtener un merengue firme.
Mezclaremos el merengue con la crema anterior, suavemente y de forma envolvente.
Extenderemos un pionono y repartiremos por encima la preparación anterior, bien extendida, sin que haya aire.
Pondremos el 2º pionono encima, presionándolo ligeramente, y con la espátula, retiraremos el relleno sobrante. Lo reservaremos en la nevera un mínimo de 1 hora.
Mientras prepararemos la cobertura de crema de yema; batiremos la yemas de huevo con el almidón de maíz.
En un cazo, haremos un almíbar espeso (tipo hilo) con los 150 gr. de azúcar y el agua mineral.
Cuando esté listo, fuera del fuego, le añadiremos las yemas, suavemente, sin dejar de remover.
Pondremos de nuevo el cazo al fuego, sin para de remover, hasta que arranque de nuevo el hervor. Retiraremos el cazo del fuego, dejándolo enfriar.
Sacaremos el massini de la nevera y con mucho cuidado, que no se desarmen los cuadrados lo cortaremos en 4 porciones iguales.
Los bañaremos por encima con la crema de yema y los espolvorearemos con el azúcar impalpable o glas generosamente.
Quemaremos la parte superior con un a plancha muy caliente o con un soplete de cocina, hasta que esté dorada la superficie. Los reservaremos en la nevera, hasta el momento de servir.