Si os atrevé is a realizar esta receta, sorprenderéis a vuestros invitados, que se deleitarán al saborear estos deliciosos mejillones guisados en una salsa extraordinaria. Acompañarlos con un buen Chardonney. Podéis considerarlo también como un primer plato.
Ingredientes
1 kg de mejillones
2 dientes de ajo
3 hebras de azafrán
60 gr. de almendra en polvo
300 gr. de cebollas
200 gr. de tomates, pelados y sin semillas
700 ml. de caldo de pescado
200 ml. de vino blanco seco
50 gr. de harina
10 ml. de anís
1 limón (su zumo)
aceite de oliva
tomillo y laurel
perejil
sal y pimienta negra
Elaboración
Limpiar bien el exterior de los mejillones.
Ponerlos en una cazuela con un dedo de agua, el zumo de 1 limón, tomillo y una hojita de laurel, tapar la cazuela y ponerla al fuego, hasta que se abran con el vapor (unos 10 minutos).
Dejarlos enfriar, escurrirlos y reservar el caldo; quitar una parte de las valvas.
Pelar y picar las cebollas bien finas.
Freír en una cazuela con aceite, a fuego lento, hasta que este bien dorada (15 minutos).
Agregar el tomate y freí rlo, hasta que se haya evaporado su agua, (5 minutos más).
Poner el vino blanco y dejarlo reducir, hasta que se haya evaporado todo el alcohol (un par de minutos).
Agregar la harina y dejar que cueza a fuego lento, durante 15 minutos, salpimentar.
Mientras tanto calentar el caldo de pescado, en una cacerola, junto con el líquido de la cocción de los mejillones.
Agregar el sofrito, los mejillones y cocer durante 5 minutos.
En un mortero hacer una picada con las almendras, el azafrán, el ajo y el perejil, incorporándola a la cocción, dejándolo cocer 5 minutos más.