Dicen que la palabra chantilly, procede de muchos años atrás, de un castillo del mismo nombre, cuyo cocinero fue muy famoso de la cocina francesa y se atribuía muchos nombres que ponía a sus recetas. Esta vez vamos a preparar unos deliciosos merengues que cubriremos después de elaborado con el chantilly, que no es más que nata montada azucarada. Un consejo, no abrir el horno, hasta que nos haya transcurrido todo el tiempo. Podemos observar si está con un color marfil, por el cristal del horno.
Ingredientes
Para 6 personas
Para el merengue:
4 claras de huevo
150 gr. de azúcar
100 gr. de azúcar glas
10 gr. de mantequilla (para untar la bandeja)
harina
Para el chantilly:
1/2 l. de nata para montar muy fría
25 gr. de azúcar
Elaboración
Batiremos las claras de huevo, hasta obtener una consistencia firme.
Añadiremos 50 gr. de azúcar, siguiendo batiendo, hasta que la clara quede más lisa y brillante.
Sin dejar de batir, añadiremos el resto del azúcar, ahora más despacio.
Con la ayuda de una espátula, incorporaremos el azúcar glas, de forma envolvente y con mucha delicadeza.
Untaremos una bandeja de horno con la mantequilla y la espolvorearemos con harina.
Pondremos la preparación en una manga pastelera con boquilla ancha y haremos montoncitos, separados.
Introduciremos la bandeja en el horno precalentado a 110ºC. durante 1 hora. Importante, no abrir el horno durante la cocción.
Con la ayuda de una espátula los retiraremos dejándolos enfriar.
Mientras, prepararemos el chantilly, poniendo la nata para montar muy fría de la nevera, en un recipiente, montándola con la batidora, hasta que tenga un buena consistencia.
Sin dejar de batir iremos añadiendo el azúcar en forma de lluvia.
Pondremos la nata montada en una manga pastelera. pondremos nata sobre un merengue, poniendo encima de la nata otro merengue, como si fuese un bocadillo. Repetiremos la operación, hasta acabar con el resto.