Cuando nos llegue la temporada de castañas, o sea en el otoño, podemos prepararnos en nuestras casas esta sabrosa mermelada de castañas, ideal para comerla con unas rebanadas de pan tostado, también para emplearla para elaborar tartas o pasteles.
Ingredientes
Para 4 o 5 botes:
2 kg. de castañas grandes
1/2 l. de agua mineral templada
Para el jarabe:
300 ml. de agua mineral (1 vaso y medio)
1 vaina de vainilla
300 gr. de azúcar
Elaboración
Haremos un corte en cada castaña y las introduciremos en un recipiente grande con agua hirviendo, dejándolas hervir durante 4 o 5 minutos.
Sacaremos las castañas de una en una con la ayuda de una espumadera, evitando que así se enfríen, pues en caliente, se pelan con más facilidad.
Debemos eliminar las dos pieles.
Una vez peladas todas las castañas las echaremos en un recipiente con agua templada, las taparemos y las dejaremos cocer a fuego muy lento, sin remover.
Cuando las castañas estén tiernas, las pasaremos por una batidora.
Pondremos el puré en un recipiente con una vaina de vainilla y lo reservaremos.
Mezclaremos el azúcar con el agua mineral y lo dejaremos cocer durante 10 minutos hasta obtener un jarabe.
Lo mezclaremos con el puré de castañas y lo coceremos a fuego muy suave, durante 30 minutos, sin dejar de remover.
La pasta debe quedar bien lisa y compacta.
Retiraremos la vainilla y la introduciremos en potes.
Esta confitura no se conserva más de 3 meses, pero los tarros se pueden esterilizar durante 15 minutos, si son de 1/2 litro, o 25 minutos si son de 1 litro, poniéndolos a hervir en una cazuela ancha con agua, sin que ésta llegue al borde de los potes.