Si os gustan este tipo de platos, con esta receta os va a encantar, por la variedad de sabores que vamos a conseguir. Si tenemos la suerte de tener setas de temporada, mucho mejor, su sabor es inmejorable, pero si no es así, podemos emplear una variedad de congelados, que también queda bastante sabrosa.
Ingredientes
500 gr. de setas variadas, si son congeladas poner el doble
250 gr. de pan del dia anterior (una barra de pan)
250 ml. de leche
100 gr. de queso rallado
200 gr. de queso loncheado para fundir
500 gr. de tomate triturado
4 huevos
hierbas aromáticas, laurel, tomillo...
2 dientes de ajo
unas ramitas de perejil
aceite de oliva virgen
pimienta negra molida
sal
Elaboración
En una sartén con un poco de aceite freiremos a fuego lento, el tomate con las hierbas aromáticas y salpimentaremos. (unos 10 minutos). Cuando tengamos el tomate frito lo reservaremos.
Limpiaremos las setas, si son grandes, las partiremos en trozos; si son congeladas las habremos dejado descongelar 1 hora antes.
En una sartén con un poco de aceite pondremos a sofreír las setas, cuando estén doradas (unos 10 minutos), les añadiremos el ajo y perejil picados, les daremos unas cuantas vueltas y salpimentaremos. Reservaremos.
Cortaremos el pan en rebanadas finas y las remojaremos con la leche que habremos puesto en un bol. Si tenemos una bandeja de horno, de las que puedan ir a la mesa, mejor.
Pondremos en primer lugar las rebanadas de pan remojadas con la leche, forrando primero el interior de la bandeja, tenemos que hacer 3 capas.
Encima pondremos la mitad de la salsa de tomate, la mitad de las setas y la mitad de las lonchas de queso.
Volveremos a poner otra capa de rebanadas de pan remojado con leche, la otra mitad de la salsa de tomate frito, las setas y las lonchas de queso.
Lo taparemos con las restantes rebanadas de pan remojado en leche.
Batiremos los 4 huevos y los pondremos encima de las rebanadas.
Las cubriremos con el queso rallado y las meteremos en el horno a gratinar, durante 10 minutos a 200ºC., aproximadamente, eso dependerá del horno.
Iremos vigilando que no quede demasiado dorado.
Ya estará listo para servir en la mesa, en la bandeja que hemos sacado del horno.