Personalmente, me encantan las mousses, del tipo que sean. El que haremos a continuación, emplearemos almendras tostadas, muy molidas, mezcladas con el resto de ingredientes con los que normalmente se hacen las mousses, los huevos, la nata y el azúcar, con el añadido de la gelatina, para dar cuerpo a la mousse.
Ingredientes
Para 6 personas
3 yemas de huevo.
2 dl. de leche.
75 gr. de azúcar.
75 gr. de almendras tostadas molidas muy finas.
100 gr. de nata montada.
1 clara de huevo.
1 cucharadita de gelatina en polvo.
unas gotas de esencia de almendras y vainilla.
Para la salsa de albaricoques:
1 lata de albaricoques.
1 cucharada de zumo de limón.
Para decorar:
100 gr. de nata montada.
6 cerezas verdes confitadas.
Elaboración
Mezclaremos en un cazo el azúcar con las yemas de huevo, hasta obtener una crema homogénea.
Verteremos la leche, poniendo el cazo al fuego suave, removiéndolo constantemente, hasta que espese. Retiraremos el cazo del fuego, dejándolo enfriar.
Fundiremos la gelatina, que hemos hidratado en agua fría, con un poco de agua caliente.
Batiremos la clara de huevo a punto de nieve.
Mezclaremos lentamente la crema anterior con las almendras molidas, la gelatina, las esencias de almendra y vainilla.
Finalmente añadiremos la clara montada y la nata montada, con mucha delicadeza, de forma envolvente y de abajo arriba.
Lo repartiremos en copas de postre, reservándolas en la nevera, hasta el momento de servir.
Prepararemos la salsa, poniendo en la batidora los albaricoques y el zumo de limón, batiéndolos hasta obtener una solución cremosa.
Verteremos sobre las copas la salsa, decorándolas con un poco de nata montada y 1 cereza verde confitada, en el centro.