Una manera muy sabrosa de hacer un paté y no demasiado laboriosa de realizar, en la que mezclaremos los tres tipos de carne, el hígado, la papada y la carne magra de cerdo. Un plato que podemos conservar varios días, bien tapado en la nevera.
Ingredientes
300 gr. de hígado de cerdo picado.
240 gr. de carne magra de cerdo picada.
360 gr. de papada de cerdo picada.
100 gr. de cebolla.
1 diente de ajo.
2 cucharadas de mantequilla.
2 huevos.
18 gr. de sal.
3 gr. de azúcar de caña (puede ser azúcar moreno).
6 granos de pimienta negra.
1 vasito de vino blanco.
pimienta negra en polvo.
Para acompañar:
pan tostado.
nueces.
Elaboración
Rehogaremos la cebolla troceada en una sartén con 2 cucharadas de mantequilla y el azúcar de caña, a fuego lento.
Cuando empiece a transparentarse la cebolla (unos 20 minutos), la retiraremos del fuego.
Antes, habremos tenido el hígado de cerdo en remojo, durante 2 horas antes de su elaboración.
Pondremos el hígado de cerdo, la carne magra, la papada, la sal y la pimienta negra (las carnes todas ellas picadas) en un bol.
Picaremos 1 diente de ajo en un mortero, después añadiremos los huevos, reservando un poco de la clara.
Lo removeremos un poco y lo verteremos en el bol de las carnes, amasándolo con las manos, hasta que nos quede una masa homogénea.
Le añadiremos unos cuantos granos de pimienta negra y el vino blanco, continuándolo amasando.
Cuando la cebolla esté cocida, la dejaremos enfriar un rato.
Después la agregaremos al bol de las carnes, removiéndola, rectificando de sal y pimienta.
Pintaremos un molde con un poco de aceite de oliva y agregaremos el paté anterior.
Lo pintaremos con la clara de huevo que hemos reservado y lo pondremos en el horno, previamente calentado a 180ºC., durante 75 minutos.
Para que no nos quede seco, pondremos un cazo con agua dentro del horno.
Retiraremos el molde del horno y lo dejaremos enfriar, antes de servirlo, durante 3 horas.
Luego lo cortaremos en trozos para emplatarlo, acompañado de unas tostadas y unas nueces