Suave, esponjoso. Una delicia de pastel, un poco laborioso, pero con un resultado verdaderamente exquisito. Os propongo que lo elaboréis.
Ingredientes
350 gr. de queso cremoso (por ejemplo Philadelfia).
55 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
100 ml. de leche entera.
60 gr. de harina de repostería.
20 gr. de maicena.
1/2 limón (su zumo).
1 limón (su ralladura).
1 cucharada de azúcar avainillado.
6 huevos grandes.
150 gr. de azúcar.
1 pizca de sal.
mantequilla y harina para engrasar el molde.
azúcar glas como cobertura.
Elaboración
Precalentaremos el horno a 160ºC., arriba y abajo.
En una fuente que pueda ir al horno comprobaremos si nos cabe el molde que vayamos a utilizar.
Rellenaremos esa fuente, no el molde, de agua caliente, calculando que el molde quedará sumergido hasta la mitad. La forma del molde podemos emplear alargado o redondo. Si es desmoldable, lo forraremos por fuera con papel de plata, para que al sumergirlo no entre agua en el molde. Esta receta sale bastante masa y debemos emplear un molde grande.
Luego meteremos la fuente con el agua a calentar en el horno.
Cuando introduzcamos el molde con el pastel, deberá estar ya caliente. Pondremos un poco más de agua de la necesaria, porque parte se evaporará cuando hierva.
Untaremos el molde con mantequilla y lo espolvorearemos con la harina bien, sacudiéndolo boca abajo, para que suelte el excedente de harina.
Tamizaremos la harina y la maicena, reservándolas.
Separaremos las yemas de las claras.
Montaremos las claras a punto de nieve, añadiéndole la pizca de sal y el azúcar, hasta que se forme el merengue.
Con cuidado le podemos dar la vuelta al bol, si no caen es que están bien montadas.
En otro bol grande, empezaremos a batir, a velocidad media, el queso crema junto con la mantequilla, ambos los habremos sacado de la nevera, 30 minutos antes, para que estén a temperatura ambiente.
Cuando esté cremoso, le añadiremos, poco a poco, el zumo de 1/2 limón, la ralladura de 1 limón, el azúcar avainillado y las yemas, por separado, de una en una, hasta que todo quede bien integrado.
Agregaremos la harina, sin dejar de batir y luego la leche.
Con una espátula acabaremos de integrar todos los ingredientes, vigilando que no quede ningún grumo de harina.
Incorporaremos, con mucha delicadeza y forma envolvente, de arriba abajo, las claras montadas, hasta queden bien integradas.
Pondremos la mezcla en el molde y lo introduciremos encima de la fuente con el agua caliente. Tiene que estar muy caliente.
Primero se dorará por arriba. Puede tardar 1 hora en hacerse.
Para comprobar si está listo, le clavaremos una brocheta, ésta debe salir limpia. Si vemos que no está hecho, y está muy dorado, podemos protegerlo, poniendo una hoja de papel de aluminio por encima.
Apagaremos el horno y dejaremos el pastel dentro de él, con la puerta entreabierta, hasta que el horno este frío. Así el pastel no se bajará , como el soufflé.
Lo desmoldaremos y luego lo espolvorearemos con azúcar glas por encima.
Nota: Durante la cocción deberemos vigilar que la fuente no se quede sin agua. Si es así, añadiremos más agua hirviendo.