El otro día en clase de cocina hicimos este pastel de salmón; rápido, sencillo y buenísimo. Este pastel se puede hacer el día anterior y reservarlo en el frigorífico. Lo podemos conservar un par de días.
Ingredientes
16 rebanadas de pan de molde sin corteza
2 huevos
300 gr. de salmón ahumado
50 gr. de salsa de tomate
10 tomatitos cherry
2 hojas de gelatina
un poco de mantequilla a temperatura ambiente
unas hojitas de perejil para decorar
Elaboración
Pondremos dentro de un molde rectangular, o el que tengáis, la mitad de las rebanadas de pan, procurando tapar toda la base, sin dejar agujeros.
Batiremos los huevos y en una sartén con un poquito de aceite haremos unos huevos revueltos.
Antes de terminar de cocinar le añadiremos la salsa de tomate.
Cortaremos 100 gr. de salmón ahumado a cuadraditos, lo mezclaremos con los huevos revueltos y lo pondremos encima del pan.
Desmoldaremos el pastel y lo untaremos con un poquito de mantequilla que ya la tenemos preparada a temperatura ambiente, para que se nos pegue el salmón.
Ahora lo cubriremos con el salmón ahumado a tiras.
Reblandeceremos las hojas de gelatina en agua fría. Esto lo podemos hacer mientras preparamos el pastel de salmón.
Una vez estén hidratadas o sea, blanditas; las escurriremos bien y las pondremos en un cazo en el fuego, durante unos segundos, no tiene que llegar a hervir, simplemente es para que se hagan líquidas. Si hierve, pierde las propiedades.
Pintaremos el pastel con la gelatina y lo adornaremos con tomatitos cherry y unas hojitas de perejil. La función de la gelatina es, además de dar brillo, que no se reseque el salmón.