Una sabrosa manera de guisar unas patatas, en que primero las rebozaremos y freiremos, para a continuación guisarlas, con un sofrito y un caldo de carne. Verdaderamente quedan muy sabrosas. Un plato sencillo, muy económico y llenos de sabor.
Ingredientes
Para 4 personas
4 patatas grandes.
4 dientes de ajo.
2 cebollas pequeñas.
4 tomates pequeños maduros.
1 cucharadita de azúcar.
2 huevos batidos.
400 ml. de caldo de carne.
harina.
aceite de oliva.
sal.
Elaboración
Pelaremos las patatas y las cortaremos en rodajas de 1 cm. de grosor.
Las pasaremos por la harina, sacudiremos el exceso de harina y las pasaremos por huevo batido.
Las freiremos en una sartén con aceite de oliva, por ambos lados, las iremos depositando en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Pasándolas, escurridas, a una cazuela ancha.
Dejaremos un poco de aceite en la sartén y freiremos los dientes de ajo y las cebollas, picados finos, a fuego suave, durante unos 15 minutos.
Cuando empiecen a dorarse, añadiremos los tomates, picados finos, a fuego lento, hasta que se haya reducido un poco (unos 10 minutos), sazonándolo con sal y añadiéndole 1 pellizco de azúcar, para eliminar la acidez del tomate.
Agregaremos 1 cucharada de harina, removiéndola bien.
Verteremos la salsa por encima de las patatas.
Las cubriremos con el caldo de carne.
Taparemos la cazuela, y las dejaremos cocer, a fuego lento, durante unos 15 a 20 minutos. Las iremos pinchando para saber si están tiernas.
Si vemos que nos quedamos sin líquido, le añadiremos un poco más de caldo o de agua.
Presentarlas sobre una fuente de servir, calientes.