Emplearemos unas pechugas de pintada, esa ave que generalmente nos encontramos más en épocas de fiestas como las transcurridas estos días, ya que se cría para ello, a las que cocinaremos aportando el agradable sabor de la trufa. Esta receta si queremos podemos hacerla más económica empleando una carcasa de pollo y las pechugas de éste. Aunque es un poco laboriosa, el resultado final es sorprendente por sus sabores y aromas tan agradables que sobre todo aporta la trufa.
Ingredientes
4 pechugas de pintada abiertas.
250 gr. de tocino ibérico.
150 gr. de trufa.
2 vasos de agua mineral.
1 copa de brandy.
1 carcasa de pintada.
1 cebolla.
1 tronco de apio.
1 zanahoria.
1 puerro.
1 vaso de vino tinto.
1 cucharada de mantequilla.
1 ramita de tomillo.
sal.
pimienta negra molida.
aceite de oliva.
Elaboración
Doraremos la carcasa de la pintada cortada en una cazuela con aceite.
Después, le añadiremos la cebolla, el puerro, el apio y la zanahoria, cortados en trocitos pequeños y 1 ramita de tomillo.
Lo dejaremos dorar (unos 15 a 20 minutos), luego, añadiremos el vino tinto.
Una vez se haya evaporado el alcohol (5 minutos más), le pondremos 2 vasos de agua mineral y lo dejaremos cocer durante 1 hora, a fuego lento.
Luego, colaremos todo por un chino.
Añadiremos un poco de mantequilla, para ligar la salsa.
Pondremos los dados de trufa sobre la pechuga de la pintada y la enrollaremos.
Envolveremos este pequeño redondo con 1 lámina de tocino ibérico, atándolo con un cordel.
Salpimentaremos el redondo y lo doraremos en una sartén con un poco de aceite. Lo reservaremos.
En la misma sartén, pondremos un poco de brandy, dejando que se evapore el alcohol.
Después añadiremos la salsa anterior y pondremos un poco de trufa picada, dejándolo cocer todo junto unos 3 minutos.
Para terminar, quitaremos el cordel del redondo y lo cortaremos en rodajas, emplatándolo.
Verteremos la salsa por encima y adornaremos el plato con un poco de trufa picada.