Un plato sencillo de elaborar y sabroso. Debemos procurar que cuando hagamos los hígados de pollo, no freírlos demasiado, porque si no nos quedarían muy acartonados. Una receta muy económica y nutritiva.
Ingredientes
1 pimiento amarillo
300 gr. de penne
1 cucharada de aceite de oliva
25 gr. de mantequilla
1 cebolla roja
250 gr. de hígados de pollo
1 ramita de romero picada
sal y pimienta negra recién molida
25 gr. de queso parmesano rallado
Elaboración
Asaremos el pimiento, al que le hemos eliminado el corazón y las semillas, en el horno previamente calentado a 200ºC. o bajo el grill, con la piel hacia arriba, hasta que le salgan ampollas y la piel se levante.
Lo introduciremos en una bolsa de plástico, dejándolo enfriar. Luego, lo pelaremos y cortaremos en tiras.
Coceremos los penne en abundante agua con sal, el tiempo que nos indique el envoltorio. Una vez cocida, la escurriremos y pondremos en una bandeja, manteniéndoles en caliente.
Mientras, en una sartén con el aceite y la mantequilla, rehogaremos la cebolla cortada en juliana fina y los hígados de pollo, limpios de grasillas, cocinándolos a fuego vivo, hasta que estén completamente dorados, procurando no hacerlos demasiado, porque si no se quedarán secos y duros, es preferible que el interior queden un poco rosados.
Incorporaremos la preparación a la pasta cocida, mezclándolos bien.
Los serviremos poniendo en un recipiente el queso rallado, para que cada comensal se sirve a su gusto.