Esta receta es ideal para aquellos que disfrutan de este tipo de platos y que lo les gusta ensuciarse los dedos, disfrutando de los sabores de esta elaboración. Acompañarlos con un buen tinto de reserva con algo de graduación.
Ingredientes
4 pies de cerdo.
75 gr. de manteca de cerdo.
200 gr. de zanahorias.
200 gr. de cebollas.
3 dientes de ajo.
1 vaso de vino rancio.
1 hoja de laurel.
tomillo.
sal.
pimienta negra molida.
Para la picada:
50 gr.de almendras tostadas.
50 gr. de avellanas tostadas.
1 diente de ajo.
perejil.
Elaboración
Le diremos a nuestro proveedor habitual que nos partan los pies por la mitad, a lo largo, después los quemaremos, para eliminar todos los pelos que pudiesen llevar, y los lavaremos bien.
Los ataremos, otra vez juntos (para que no se deformen) y los pondremos en una cacerola, cubiertos de agua y con 1 hoja de laurel, 1 zanahoria, 1 cebolla y la sal, dejándolos cocer, a fuego lento, durante 2 horas (si los cocemos en una olla rápida emplearemos la tercera parte).
Sacaremos los pies de cerdo, reservando el caldo.
Extraeremos los huesos más grandes con mucho cuidado de no romperlos, y todos los que nos sean posibles.
Rehogaremos el resto de zanahorias y cebollas, cortadas en trozos pequeños, con una cazuela con la manteca de cerdo.
Cuando cojan color, agregaremos los dientes de ajo pelados y picados, removiéndolos bien.
Incorporaremos los pies de cerdo. Los rociaremos con el vino rancio y añadiremos el tomillo y 2 cucharones del caldo reservado de la cocción.
Salpimentaremos y a media cocción (unos 10 minutos), añadiremos una picada que haremos con las almendras tostadas, las avellanas tostadas,1 diente de ajo y el perejil, diluida con un poco del caldo reservado, dejándolos cocer lentamente, hasta que estén blandos y en su punto (unos 10 minutos más).