Un excelente postre helado que haremos con una piña, la que vaciaremos, para elaborar el helado, rellenándola de nuevo y que serviremos cortada en rodajas. Un postre para dejar a vuestros invitados encantados con vuestros conocimientos de cocina.
Ingredientes
1 piña grande.
4 yemas de huevo.
4 claras de huevo.
150 gr. del jugo de la piña.
1 limón.
125 gr. de azúcar.
300 gr. de nata montada.
Elaboración
Retiraremos el casquete superior de la piña, reservándolo junto con sus hojas.
Vaciaremos la piña, dejando escurrir la pulpa sobre un colador, reservando su jugo.
Mezclaremos los 150 gr. del zumo obtenido junto con la pulpa de la piña, triturándolo todo junto.
Trabajaremos las yemas de huevo junto con 3 claras y el azúcar.
Añadiremos las raspaduras y el zumo de limón, poniéndolo al fuego, sin dejar de remover con una espátula de madera, hasta que espese.
Una vez retirado del fuego, seguiremos batiéndolo.
Lo dejaremos enfriar y le incorporaremos la pulpa de piña triturada y la nata montada.
Montaremos la clara de huevo restante a punto de nieve, añadiéndola a la preparación anterior, con mucha delicadeza, de forma envolvente.
Pondremos esta preparación en un recipiente para ir al congelador, dejándolo en él durante 3 horas, raspando con un tenedor cada 45 minutos, para romper los cristales.
Rellenaremos la piña con el helado y la volveremos a poner en el congelador, hasta que esté completamente congelada.
La serviremos con el casquete colocado encima como tapadera y luego la cortaremos en rodajas.
12.- Con el resto de helado sobrante, lo serviremos en copas individuales.