Esta divertida receta será la admiración de nuestros comensales, por su vistosidad y por su sabor. Aunque parece complicada, no lo es, sólo tenemos que ir siguiendo los pasos y tendremos un entrante delicioso.
Ingredientes
400 gr. de espinacas
3 huevos
50 gr. de harina
1 cucharadita de levadura
300 gr. de salmón
400 gr. de queso crema para untar
brochetas de madera
Elaboración
Herviremos las espinacas, pueden ser congeladas; si no es así las lavaremos varias veces hasta que no quede tierra.
Separaremos las yemas de las claras.
Pondremos en un baso batidor las espinacas bien escurridas, las yemas de los huevos la harina y la levadura, trituraremos todo. Si nos queda un poco espeso le podemos añadir un poco de clara de las que estamos montando.
Montaremos las claras a punto de nieve e iremos incorporando las espinacas, poco a poco y de forma envolvente para que no nos bajen las claras.
Pondremos un papel de horno encima de una bandeja, extendiendo bien la masa por toda la bandeja; tiene que quedar un poco delgada.
Meteremos la bandeja en el horno en la parte baja con el ventilador, si no tenemos éste, pondremos el programa arriba y abajo, durante 10 minutos a 200ºC.
Una vez sacado del horno le quitaremos el papel con mucho cuidado para que no se rompa y enrollaremos sobre si mismo con la ayuda de un paño de cocina bien limpio y lo dejaremos que se enfríe; el efecto que se tiene e que es como un trozo de cesped o de moqueta verde.
Una vez esté frío extenderemos la crema de queso y pondremos encima las lonchas de salmón ahumado.
Volveremos a enrollar en forma de cilindro. Podemos enrollarlo a lo largo, formando como un brazo de gitano.
Cubriremos el brazo de gitano con papel film y lo dejaremos en el frigorífico durante 1 hora.
Pasado este tiempo le quitaremos el papel film y lo cortaremos en rodajas de unos 2 cm. y las iremos insertando en una brocheta.