Un sabroso pollo condimentado a base de productos semidulces y un poco ácidos. La cocina china nos ha hecho incorporar una manera diferente en la elaboración nuestros platos típicos.
Ingredientes
Para 4 personas
500 gr. de pollo deshuesado
150 ml. de aceite para freír
1 cucharadita de vino blanco o jerez seco
2 1/2 cucharaditas de harina de maíz
3 cucharaditas de salsa de soja
2 cucharaditas de vinagre.
1 pellizco de sal
15 gr. de raíz de jengibre picada
20 gr. de azúcar
15 gr. de corteza de mandarina picadita
1 guindilla o pimiento verde picante.
2 cebolletas muy picadas.
Elaboración
En primer lugar, prepararemos el condimento con 1/2 cucharadita de sal, el azúcar, la salsa de soja, el vino o jerez, el vinagre, el aceite y 2
cucharaditas de harina de maíz.
Cortaremos el pollo en trozos de unos 2,5 cm.
Los dejaremos macerar con el condimento anterior, unos 15 minutos.
Retiraremos los trozos de pollo y reservaremos el líquido de la maceración.
En una cacerola, calentaremos el aceite para freír y cuando empiece a echar humo, incorporaremos los trozos de pollo, friéndolos unos 3 o 4 minutos, por todos los lados, hasta que estén dorados, dejándolos escurrir sobre papel absorbente.
Retiraremos el aceite de la cacerola dejando solamente 1 cucharada sopera.
Freiremos en esta cacerola, las guindillas, el jengibre, la corteza de mandarina y las cebolletas, sin dejar de remover durante 2 o 3 minutos.
Cuando las verduras empiecen a dorarse, añadiremos los trozos de pollo, siguiendo removiéndolo otro minuto.
Incorporaremos el líquido de la maceración más un poco de harina de maíz, disuelta en agua, removiéndolo.
Lo dejaremos cocer unos 2 o 3 minutos, hasta que la salsa espese y el pollo esté tierno.