En muchos países de tradición católica, este potaje se suele servir en tiempos de Cuaresma, como ayuno de carnes. No obstante, nos lo podemos preparar en cualquier época del año. Lo haremos con nuestro robot de cocina. Emplearemos para su elaboración garbanzos, espinacas, bacalao desmigado y huevos duros, para completar el plato.
Ingredientes
Para 6 personas
400 gr. de garbanzos cocidos, en conserva
250 gr. de espinacas congeladas
250 gr. de bacalao desalado y desmigado
200 gr. de cebolla
2 dientes de ajo
1 cucharada rasa de pimentón dulce
700 gr. de agua mineral
1 hoja de laurel
100 gr. de aceite de oliva
sal
2 huevos duros
Elaboración
Pondremos en el vaso del robot, la cebolla, pelada y cortada en cuarto, los dientes de ajo pelados y el aceite de oliva, programando 5 segundos, velocidad 5. Seguidamente, programaremos 8 minutos, 120º C., velocidad cuchara.
Añadiremos el pimentón dulce, 80 gr. de garbanzos, que los hemos lavado y escurrido, y 10 gr. de agua mineral, programando 15 segundos, velocidad 6. Con la espátula, bajaremos todo al fondo del vaso.
Agregaremos 690 gr. de agua, las espinacas descongeladas y escurridas, y la hoja de laurel, programando 6 minutos, 100º C., giro inverso, velocidad cuchara.
Incorporaremos el resto de garbanzos y el bacalao desmigado, programando 8 minutos, 100º C., giro inverso, velocidad cuchara. Comprobaremos el punto de sal, ya que el bacalao nos lo puede aportar.
Si lo queremos un poco más caldoso, le podemos añadir un poco más de agua caliente.
Decoraremos el potaje con los huevos duros cortados en rodajas.